lunes, 14 de diciembre de 2009

Tres Palabras - Oración para fin de año

Para Reflexionar:



En estos momentos del año que termina, aquí estoy Señor, en el silencio de mi alma :


Para decirte:
Gracias

Para solicitarte:
Ayuda

Para implorarte:

Perdón

GRACIAS
Gracias Señor, por la paz, por la alegría, por la unión, por el amor que mis familiares y amigos me han brindado; por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron, por esas manos oportunas que me levantaron, por esos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron, por esos oídos que me escucharon, por esos corazones que, amistad, y cariño me brindaron.

Gracias Señor, también por todo lo que me estimuló, por la salud que me sostuvo, por la comodidad y diversión que me permitieron descansar.

Gracias Señor... me cuesta trabajo decírtelo... por las enfermedades, por los fracasos y por las desilusiones, por los insultos, por los engaños, por las ingratitudes, por la injusticia, por la soledad que a veces me abrumó, por el fallecimiento de seres queridos.

Tú lo sabes, Señor, cómo me costó aceptarlo; sabes que estuve a punto de desesperar, pero logré comprender que la vida es así, que debo aceptar las reglas de la vida, y que el dolor me debe acercar más a Ti

¡Tú sabes por qué lo permitiste!

Gracias Señor, sobre todo por la Fe que me has dado en Ti y en los hombres, por esa Fe que se tambaleó pero que Tú nunca dejaste de fortalecer, cuando tantas veces encorvado bajo el peso del desánimo, me hizo caminar en el sendero de la verdad a pesar de la oscuridad, esa Fe que me dio la capacidad de soportar pruebas, que desarmó mi orgullo, para confiar y esperar en Ti a pesar de todo.


AYUDA
He venido también a implorar tu ayuda para el año, que muy pronto va a comenzar.

Lo que el futuro me depare, lo desconozco; pero me pongo en Tus Manos.

Sabes Señor, que vivir en la incertidumbre, no me gusta, me molesta, me hace sufrir.

Pero sé que
Tú siempre me ayudarás.

Yo te puedo dar la espalda, soy libre, pero sé que
nunca me la darás, porque eres fiel.
Yo sé que contaré con tu ayuda, aún si sabes que no siempre cooperaré.
Yo sé que me tenderás la mano. Aunque Tú sepas que no siempre la tomaré.

Por eso, hoy te pido que me ayudes a ayudarte; que llenes mi vida de esperanza y generosidad.

No abandones la obra de tus manos, Señor. Completa en mi, la obra que comenzaste.

PERDÓN

No podría retirarme, Señor, sin pronunciar esa palabra que tantas veces te debería haber dicho, pero que por negligencia y orgullo, he callado.

Perdón, Señor, por mis negligencias, descuidos y olvidos, por mis egoísmos, por mi orgullo y vanidad, por mi necedad y capricho, por mis silencios y mi excesiva locuacidad.

Perdón, por prejuzgar a mis hermanos, por mi falta de alegría y entusiasmo, por mi falta de Fe y confianza en Ti, por mis cobardías y mi temor al compromiso.

Perdón, porque me han perdonado y no he sabido perdonar.

Perdón, por mi hipocresía y doblez, por esa apariencia del cuerpo que tanto cuido, sin preocuparme por la belleza de mi espíritu.

Perdón, por estos labios que no sonrieron,

por esa palabra que callé,

por esa mano que no tendí,

por esa mirada que desvié,

por esos oídos que no presté,

por esa verdad que omití,

por mi corazón que tan poco amó...

por ese "Yo" que preferí.

Señor, no te he dicho todo,
llena con tu amor mis silencios y cobardías.

GRACIAS por todos los que no te dan gracias.

AYUDA a todos los que no te imploran ayuda.

PERDÓN por todos los que no te piden perdón.

Me has escuchado

Ahora Señor, te escucho…

Cita: http://t-amo-dios.spaces.live.com/blog/cns!351ADB8440A124AF!1282.entry

San Francisco de Asis

San Francisco de Asis
Nació en Asís (Italia), el año 1182. Después de una juventud disipada en diversiones, se convirtió, renunció a los bienes paternos y se entregó de lleno a Dios. Abrazó la pobreza y vivió una vida evangélica, predicando a todos el amor de Dios. Dio a sus seguidores unas sabias normas, que luego fueron aprobadas por la Santa Sede. Inició también una Orden de religiosas y un grupo de penitentes que vivían en el mundo, así como la predicación entre los infieles. Murió el año 1226. Cuando Francisco tenía unos veinte años, estalló la discordia entre las ciudades de Perugia y Asís y en la guerra, el joven cayó prisionero de los peruginos. La prisión duró un año, y Francisco la soportó alegremente. Sin embargo, cuando recobró la libertad, cayó gravemente enfermo. La enfermedad, en la que el joven probó una vez más su paciencia, fortaleció y maduró su espíritu. Cuando se sintió con fuerzas suficientes, determinó ir a combatir en el ejército de Galterío y Briena en el sur de Italia. Con ese fin, se compró una costosa armadura y un hermoso manto. Pero un día en que paseaba ataviado con su nuevo atuendo, se topó con un caballero mal vestido que había caído en la pobreza; movido a compasión ante aquel infortunio, Francisco cambió sus ricos vestidos por los del caballero pobre. Esa noche vio en sueños un espléndido palacio con salas colmadas de armas, sobre las cuales se hallaba grabado el signo de la cruz y le pareció oír una voz que le decía que esas armas le pertenecían a él y a sus soldados. Si te interesa saber mas acerca de esto, podes hacer clic sobre la imagen de San Francisco. Informacion obtenida de:http://rosahuamanhuman.blogspot.com/2009/03/la-vida-de-san-francisco-de-asis.html

Para Reflexionar

Para Reflexionar
“Si Dios sabe trabajar a través de mi, sabe trabajar a través de cualquier persona” (Francisco de Asís)